miércoles, septiembre 10, 2008


EN LA PRENSA:

NECESITAMOS PALABRAS PARA VIVIR

Título: Cuarenta mil palabras

Autora: Amparo Carballo Blanco

Ilustraciones: Jorge Solana

Ediciones Hontanar (Col. Narrativa).

Ponferrada 2008. 178 pp.


Autores Leoneses/ Filandón (Diario de León), domingo 13-07-08

CRÍTICA LITERARIA

por Alfonso García


Teniendo en cuenta que la metaliteratura es un recurso, antiguo pero frecuente, mediante el que se describen, analizan, comentan o valoran dentro de la obra literaria temas relativos a la creación, ésta que presentamos es una obra claramente metaliteraria. Pero, anticipémoslo, original y novedosa desde el principio, con una clara estructura circular. "Buscamos cuarenta mil palabras para escribir una novela, pero estamos un poco despistados", afirma en un momento Viviana, que utiliza el plural porque en el empeño le acompaña un Gato, convencida, ante las reticencias del felino, de que "no hay nada imposible para la imaginación".Y eso que "ser escritor es aspirar a tener tumba en un estante de estos", a pesar de que "leer es la fuente de toda sabiduría.
Con estas premisas, Viviana y Gato inician la aventura de esa búsqueda adentrándose en el curioso Universo Biblioteca, donde han de someterse a una serie de condiciones y juegos para iniciar el viaje: entraron en el Jardín del Diablo del Diccionario -sabremos que el secreto está en llegar al Diablo del Diccionario-, buscando el Puente del Mal Paso, para lo que es necesario llegar a otros planetas -el de los Pronombres, de las Palabras Compuestas, de las Palabras Impresas, de las Erratas...-. Las palabras hablan, juegan, se aman..., pero son las que les faltan, ya que Viviana tiene un buen argumento. "Los materiales más frágiles y duraderos del Universo en el que vais a entrar son las palabras y el silencio -dice el Diablo del Diccionario-. Con ellas los escritores fantasean, cultivan el arte de la mentira, inventan tramas de relatos fabulosos, cuentos, novelas...". Nada de esto falta en la obra de Amparo Carballo, que, además de inventar también palabras, curiosas, escribe un libro original, sin duda, "atrevido" según afirma Viviana- la propia narradora, está claro- con muchos libros, elixires, disparates, dragones, intrigas, fantasías, misterios, suspense, tensiones... En esa mezcla y en ese curioso desfile de personajes reside la belleza de la obra, interesante y atractiva por su planteamiento en un universo imaginario de intriga y fantasía que atrapa fácilmente al lector y que acabará ante el Lector planteando la incertidumbre del destino de una obra literaria.
A esta riqueza léxica, como consecuencia, y metalingüística como ámbito, hemos de añadir otros elementos para el subrayado, que ponen de relieve ese sentido del misterio y la imaginación a los que aludimos. Subrayamos dos. El primero el sentido imaginario del viaje que, además de esos espacios disparatadamente mágicos, tiene en el viaje del tiempo no pocos, y curiosos, anacronismos: no es de extrañar que convivan Leonardo da Vinci y Bill Gates o que Viviana, además de una dudosa historia de amor, sea el modelo que sirve para tomar apuntes del cuadro que se convertirá en La Gioconda. El segundo aspecto es su sentido crítico. Apúntense a sus dardos críticos literarios, no pocos escritores, algunos libros, periodistas...
Con todos estos ingredientes -no es fácil resumir en un espacio como éste un argumento complejo-, Amparo Carballo construye una buena novela de peripecias, divertida, con la que podrán disfrutar los jóvenes -y no tan jóvenes- lectores.
Las ilustraciones, en blanco y negro, puntillosas, a doble página en algunas ocasiones, son fantásticas y sugerentes.